sábado, 4 de mayo de 2013
Fulgencio al Hueso
Hoy que no hay prisa y que seguramente Cantoco no se llene tanto sí que conseguimos madrugar... así que bien prontito estamos en el parking con los macutos listos para acercarnos al Hueso a probar la Fulgencio...
El camino ya habitual no nos depara grandes sorpresas, pero al salir al pra'o peluca vemos una enorme chorrera reluciendo en lo que sería el largo final de la vía... es posible que sea sorteable, pero no estamos seguros...además...en el peor de los casos abandonamos en la última reunión y ya está...
Así que seguimos nuestro camino sin pausa pero sin prisa hasta el pie del hueso. No hay nadie en los alrededores, sólo se nos oye a nosotros...y la fría chimenea nos espera amenazadora...
Miramos y hacemos fotos mientras esperamos a que el sol caliente un poco más pues hace más frio del que esperábamos...hasta que llega un punto que ya no se puede retrasar más... basta de excusas...hay que intentarlo...
Preparamos el material y me meto a la chimenea... empieza el sufrimiento... al ser tan estrecha no se puede ir ni en oposición ni en X, por lo que me decanto por la elegante técnica de empotrar mis piernas directamente. Pies y culo en una pared, rodillas en la otra y pasito a pasito me voy arrastrando hacia arriba... Tras un buen rato de sufrir veo en el lomo unas chapas...y yo, iluso de mi, creo que he terminado...pero ni mucho menos, estoy a mitad del largo y aún me falta bastante para la única chapa (spit+buril) que protege este largo. Tras superar este momento de desesperación continúo arrastrandome con mis rodillas gritando de dolor y mis hombros empezando a entumecerse de tanto empujar...
Al fin alcanzo el seguro de mitad de largo, donde descanso (hay una repisita para estirar las piernas) y recobro el aliento...salir de esa postura va a ser duro pues las paredes se separan un poco más y ya no podré empotrarme bien...
agarrandome a la chapa empujo y voy medio empotrado medio en oposición, para cuando supero las chapas mis rodillas ya están despellejadas y me duele sólo con tocar la roca, cuando las empotro veo las estrellas... pero el final del largo está cerca... no voy a abandonar ahora...(además que sería bastante dificil) un pasito más...dolor... aguanta un poco, ya casi estoy, mis hombros van a explotar, un poco más... y la mano alcanza el bordillo de subida al Hueso propiamente dicho... me monto como puedo intentando no apoyar las rodillas pues me duelen muchísimo, e intentando no cargar los hombros (que ya traía delicados del rocódromo). Por fin anclado a la reunión descanso mientras Bu mira con impaciencia y desconfianza a la chimenea...
Y empieza su sufrimiento...
Desde el principio lo hizo bastante mal...se metió demasiado en la chimenea de forma q ni siquiera era capaz de empotrar las piernas (pues la pared le obligaba a tenerlas totalmente abiertas) luchó y peleó contra el dolor y el cansancio, pataleó y blasfemó mientras ponía todo su esfuerzo en avanzar...
pero tras un buen rato de batalla...y a menas unos metros avanzados...decidió que no podía subir...
Así que nos bajamos...
Tras bajarla hasta el suelo yo tiro unas pocas fotos desde la reunión...
y preparo el rapel para intentar recuperar el material...pero según empiezo a bajar (entre el Hueso y la pared) veo que el Hueso está realmente muy inclinado, e intentar pendular hasta la chapa será una locura así pues doy por perdido mi material...y bajo hasta el suelo... Bu me espera con las botas para quejarse de lo difícil que era y disculparse por no poder.... ¿disculparse? ¡¡Así tenemos una razón más para volver!!
Mientras recordamos lo duro que era empieza a llegar gente... varias cordadas q miran la vía (y la Tito, y la Clavel Rojo).
Nosotros nos hacemos los remolones por si el que haga la Fulgencio nos podría recuperar el material... y tenemos suerte!!
Según empieza a escalar nuestro recuperador de material vemos que en lugar de empotrarse como hicimos nosotros, el se sale enseguida al lomo, poniendo un pie en el Hueso y otro en la pared y subiendo así en adherencia-oposición. Sube como una bala y sin sufrimiento, hace en unos segundos lo que a nosotros nos ha costado ¿1 hora? Y esque la técncia...hace mucho...
Una vez recuperado el material sólo nos queda volver a casa con un cierto sabor a derrota pero con la lección aprendida...¡la Fulgencio se hace por fuera de la chimenea!
Tras esta escasa escalada nos toca separarnos...pero como no nos apetece buscamos en Colmenar un sitio para tomar algo... y no quedamos decepcionados...encontramos una Hamburguesería que por un precio muy muy muy razonable nos da unas hamburguesas deliciosas...y de postre...un rico helado de la heladería al lado de la plaza de toros...
Pese a haber sido un día raro...no me siento para nada decepcionado... y de vuelta a casa en el tren sólo puedo pensar en la próxima vez que me enfrente a la Fulgencio...¿me atreveré a ir por fuera, o seguiré arrastrandome como un gusanillo?
Habrá que esperar a que se nos curen las rodillas para volver a intentarlo...
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